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Semana de la maternidad saludable: conoce cómo prevenir un embarazo de alto riesgo

  • Condiciones médicas como la diabetes, la presión alta y la anemia son algunos factores.

 La espera de un niño puede ser la etapa más emocionante para una familia. Sin embargo, durante los controles prenatales el médico puede detectar problemas propios de un embarazo de alto riesgo.

En la Semana de la Maternidad Saludable y Segura (tercera semana de mayo), la ginecóloga Patricia Nolasco de Sisol Salud de la Municipalidad de Lima habla sobre este tipo de embarazos, cómo identificarlos y prevenirlos. La especialista señala que, con frecuencia, un embarazo de alto riesgo es la consecuencia de una condición médica presente antes de la gestación; en otros casos se debe a situaciones negativas durante la misma.

Estos son algunos factores de riesgo:

  • Ingesta de alcohol, consumo de drogas y otros hábitos nocivos.
  • Condiciones médicas como diabetes, presión alta, anemia, infecciones, epilepsia.
  • Edad de la madre:los riesgos son más altos para las mujeres mayores de 35 años y adolescentes.
  • Si la mujer ha sufrido abortos naturales o la pérdida de un bebé al poco tiempo de nacer, debe recibir cuidados médicos desde el primer día de gestación.
  • Problemas en el útero, posición anormal de la placenta, crecimiento fetal inferior al percentil 10 para la edad gestacional (restricción del crecimiento intrauterino) y problemas en el cuello uterino representan un alto riesgo. Otro factor se configura cuando el grupo sanguíneo del bebé es Rh positivo y el de la madre, Rh negativo.
  • La gestación de mellizos o más bebés.
  • Los antecedentes de trastornos de hipertensión relacionada con el embarazo, como la preeclampsia; asimismo, si en el último embarazo hubo un parto prematuro o es posible que haya parto prematuro.

Según la especialista, algunas medidas para prevenir un embarazo de alto riesgo son programar una cita previa a la concepción con un especialista, acudir a las citas para detectar a tiempo si se está desarrollando algún problema o si la madre gestante necesita cuidados especiales.

Asimismo, llevar un estilo de vida saludable: dejar de consumir alcohol y tabaco, consumir una dieta alta en vitaminas y ácido fólico, alimentarse de la mejor manera, eliminando las grasas saturadas, ciertos alimentos crudos de origen animal y quesos no pasteurizados, además de preferir frutas y verduras frescas.