- Sisol Salud advierte que alteraciones respiratorias, miocarditis, arritmias y trastornos psicológicos serían las más frecuentes.
Si bien un gran porcentaje de personas ha superado el COVID-19, muchas están presentando secuelas o alteraciones, que se manifiestan incluso después de su recuperación.
Para el Dr. Fernando Zarzosa, neumólogo de Sisol Salud, de la Municipalidad de Lima, aún no hay información precisa sobre las secuelas; sin embargo, los pacientes convalecientes o que vencieron el COVID-19 están presentando tos por hiperreactividad bronquial, una especie de asma pos-COVID, lo que sucede en casi todos los virus.
En el caso de pacientes que han tenido neumonía por COVID-19, están presentando lesiones pulmonares como la bronquiectasia, dilatación anormal y permanente de los bronquios, que genera dificultad para respirar. “Estas lesiones se producen porque el virus daña el tejido del pulmón, formando cicatrices que podrían generar fibrosis pulmonar, pero aún se están estudiando estas consecuencias tardías”, precisó el especialista.
Los pacientes con cuadros más severos están presentando tromboembolias pulmonares por la aparición de coágulos en los vasos sanguíneos, que requieren un tratamiento completo, de lo contrario, podrían generar un cuadro crónico.
Lo que también preocupa es que este virus pueda causar daños en el corazón. En ese sentido, el Dr. Bristan Maraza, cardiólogo de Sisol Salud, menciona que lo más frecuente es la miocarditis aguda o inflamación del músculo cardiaco. Esta se produce porque la infección genera coágulos en la sangre que pueden producir infartos de miocardio o arritmias cardiacas, que podrían ser fulminantes.
Muchos pacientes están presentando problemas de hipertensión arterial, sin haberlos sufrido anteriormente; y en aquellos que la tenían controlada, esta se ha complicado. Incluso, los pacientes asintomáticos, a pesar de no desarrollar síntomas de COVID-19, pueden presentar arritmias cardiacas, las cuales pueden ocasionar la muerte súbita.
Por su parte, la psicóloga Cecilia Portocarrero menciona que una de las consecuencias de esta pandemia es el incremento de problemas de salud mental, como depresión y sensación de culpa, así como cuadros de psicosis, ansiedad y miedo, que se presentan desde el inicio de la enfermedad y se mantienen en el tiempo.
Luego de superar el coronavirus también podría presentarse algún tipo de trastorno obsesivo convulsivo (TOC), por ejemplo, exagerar en la higiene para no volverse a contagiar. En este caso se recomienda rehabilitación con terapias cognitivas conductuales y de relajación.
Para tener un manejo integral del COVID-19 se deben cumplir los protocolos de prevención, a fin de minimizar los daños, así como una rehabilitación integral, a través de un equipo médico multidisciplinario, a la espera de nuevos tratamientos y una actualización constante.