- Especialista asegura que debemos tener en cuenta varios factores al momento de elegir con qué alimentarnos.
Los alimentos siempre han jugado un papel importante en la salud de las personas, sobre todo si buscan bajar de peso, mantener estables los niveles de glucosa o colesterol en la sangre y fortalecer el sistema inmunológico ante enfermedades como la gripe o el COVID-19.
Para la licenciada Tanya Rocca, nutricionista de Sisol Salud de la Municipalidad de Lima, es importante contar siempre con una dieta rica en nutrientes, pues la falta de vitaminas o minerales produce enfermedades que pueden ser muy graves. Por ello recomienda una nutrición ortomolecular y holística.
“Es una terapia nutricional compleja que analiza el organismo de cada persona para saber lo que realmente requiere en cuanto a vitaminas y minerales. Y es fundamental que vaya ligada a la parte holística, pues permite ver el estado emocional, mental y físico; el estrés produce enfermedades que, diagnosticadas a tiempo, pueden evitarse. Cada año niños, adolescentes y adultos sufren desde diabetes hasta preinfartos”, explica la especialista.
Añade que la terapia holística ve al cuerpo como un todo y a sus procesos como interdependientes. Es decir, no prescribe un nutriente en particular para un determinado problema, sino que dirige su atención al funcionamiento del cuerpo y sus sistemas en general.
Rocca asegura que alimentarse bien no es tan fácil debido a ciertos factores. Por ejemplo, el consumo de pan blanco, harina refinada y arroz blanco produce la pérdida de nutrientes como el zinc y la vitamina B1, y daña el estado del intestino, con lo que se dificulta la absorción de los alimentos.
“Consumir azúcar en exceso afecta la absorción de minerales como el magnesio y agota las reservas de vitamina B1 o tiamina. El café y el té tienen el mismo efecto sobre la tiamina; además, inhiben la absorción de hierro, desequilibran los niveles de sodio y potasio, debido a su efecto diurético, y desmineralizan los tejidos. En los estados de ansiedad se multiplican por cinco las necesidades de calcio; el estrés agota las glándulas adrenales y ocasiona pérdida de nutrientes. Durante la respuesta al estrés se agotan las reservas de magnesio y potasio, los aminoácidos carnitina y glutamina, vitamina C, zinc y coenzima Q10”, asegura la nutricionista.