Especialista en salud de la Municipalidad de Lima destaca la importancia del calentamiento y preparación previa.
Hacer deporte trae muchos beneficios para la salud. Sin embargo, quienes lo practican de manera constante o intensifican su rutina, pueden sufrir de algunas lesiones que si no son atendidas oportunamente se pueden complicar. Por ello, la Municipalidad de Lima, a través de Sisol Salud, ha identificado las más comunes y qué hacer para prevenirlas.
La distensión o desgarro muscular es una lesión común en el fútbol, maratón y básquet, provocando que el músculo se estire de manera súbita generando dolor constante, hinchazón y limitación para realizar movimientos. Al respecto, el Dr. Roger Nolasco, traumatólogo de Sisol Salud recomienda inmovilizar la zona afectada, reposo absoluto para que las fibras musculares se regeneren y acudir al médico.
En el caso del esguince, el más común es el de tobillo y sucede cuando la articulación realiza un movimiento forzado, provocando la rotura o estiramiento de los ligamentos (torcedura del pie). También se presenta en articulaciones de la mano, siendo muy frecuente en deportistas que practican básquet, fútbol, atletismo, rugby, judo, entre otros.
La tendinitis es común en el vóley, lanzamiento de bala, jabalina y básquet. Sucede cuando se inflama un tendón debido a un golpe o sobrecarga que supera los límites de resistencia del mismo.
Finalmente, la luxación es considerada emergencia traumatológica y se produce cuando el hueso desencaja de su cavidad habitual, rompiendo los ligamentos y provocando intenso dolor. El especialista advierte que el deportista que sufre esta lesión debe evitar prácticas caseras y acudir al médico traumatólogo dentro de las 6 primeras horas para el tratamiento oportuno y evitar limitaciones posteriores.
Para prevenir todas estas lesiones, se debe evitar movimientos bruscos o sobrecargas, realizar un calentamiento con ejercicios en la zona que más utilizará, incrementándolos progresivamente, como caminar enérgicamente de 5 a 10 minutos antes de correr. Del mismo modo, realizar un enfriamiento después del ejercicio para regresar el ritmo cardiaco y temperatura corporal a su nivel normal.
Se sugiere también que el deportista tenga controles previos como evaluación cardiológica y traumatológica para medir los rangos articulares y descartar alguna patología congénita que le genere una limitación posterior.