Inés Téllez, psicóloga de Sisol Salud, recomienda organizar diversas actividades y mantener una buena comunicación con ellos.
Uno de los grupos vulnerables en esta etapa de aislamiento social obligatorio son los niños diagnosticados con hiperactividad, quienes en algunos casos ya presentan cuadros de ansiedad, al no poder salir de casa y disfrutar de las actividades que desarrollaban normalmente. Para Inés Téllez, psicóloga de Sisol Salud, lo más importante es mantener una buena comunicación con ellos y tenerles paciencia.
“Van a aumentar las crisis en niños hiperactivos. Por ejemplo, se pueden presentar cuadros de ansiedad, depresión y estrés, debido a la situación de confinamiento. Como sociedad vamos a tener un cambio y tendremos que adaptarnos al nuevo estilo de vida. Por ello, es importante el diálogo en familia y mantener la calma”, explicó.
Recomendó a los padres planear diversos juegos, entre ellos los de mesa, pues favorecen la concentración; asimismo, realizar manualidades, tocar un instrumento musical, bailar y hacer alguna actividad física que los mantenga ocupados y activos la mayor parte del tiempo, ya que suelen aburrirse de las tareas con facilidad.
“Los niños diagnosticados con hiperactividad se aburren rápidamente. Por eso es importante que ambos padres se organicen, estableciendo secuencias cortas de actividades que sean favorables para su desarrollo y los distraigan. Con ellos se necesita tener una rutina debidamente establecida”, mencionó. “Cambiar los espacios de su cuarto, mover la posición de su cama u otros muebles también ayuda a que se mantengan activos”, indicó.
La especialista de Sisol Salud sostuvo que hay padres que vienen trabajando remotamente desde casa y no tienen mucho tiempo para dedicarse a jugar con los niños. Ante dicha situación, lo primero que hacen es facilitarles la tablet o el celular, lo cual es perjudicial para su salud, ya que los videojuegos generan dependencia y alteran los procesos cognitivos básicos para su desarrollo.
Además, hizo hincapié en que el niño o niña debe descansar un promedio de 9 a 10 horas diarias y consideró que debe ser a partir de las 8 p.m., pues no están de vacaciones. “Muchos niños están recibiendo clases virtuales; por eso es necesario acostarlos a una hora prudente, para que puedan descansar y rendir en sus actividades del día siguiente con plena disposición. Es necesario que antes de conectarse tomen un buen desayuno”, manifestó.
El alimento que reciben también tiene que ser balanceado, ya que el azúcar y los preservantes suelen alterarlos y activarlos, lo que puede conllevar a una inquietud motora excesiva. Es importante cambiar las gaseosas por los jugos naturales o una limonada.
Para cualquier orientación médica gratuita, pueden comunicarse con Aló Sisol (01) 480-1780, opción 3; un equipo de psicólogos les brindará la mejor asesoría para el bienestar de sus hijos.